Sálvese quien pueda, con el irrepetible Louis de Funès y una impecable Vespa 50 S, rojiblanca. El propietario de una empresa de diseño y venta de yates decide echar a su diseñador más famoso. En seguida se da cuenta de que ha tomado la decisión de manera precipitada pues comprende que lo necesita para cerrar un importante trato con unos italianos. No le queda más remedio que tragarse su orgullo e ir en su busca, para lo que tendrá que dirigirse a un pueblo de la Francia profunda, donde las cosas no harán más que empeorar. (FILMAFFINITY). Aunque en Youtube están desactivadas las inserciones, también aparecen motos, en esta ocasión de nazis, en La gran juerga (La Grande Vadrouille, 1966), con sus BMW R 75, a las que les lanzan calabaza desde un camión en plena fuga.
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